Nada más y nada menos que doce años hace que
el Palacio del Duque de Lerma se inauguró tras años de restauración, como
Parador de Turismo Nacional y al igual que para todos el tiempo para él tampoco
ha pasado en vano. A lo largo de estos
años los habitantes de la Villa, hemos podido observar como ese tejado de
pizarra que lo coronaba, sufría más que nadie las inclemencias del tiempo,
tejas que se desprendían en días de mucho viento, filtraciones en días de
tormenta, en resumen, un sinfín de problemas que se cree vienen derivados por una mala colocación del
tejado en el momento de su construcción. Por suerte la solución a su
sufrimiento llegó el mes de diciembre de
2013 cuando Turespaña, Dirección General del Turismo de España, decidió
invertir la friolera de casi un millón de euros en la total sustitución del
tejado del Palacio.
El pasado mes de diciembre de 2014 las obras
por fin fueron iniciadas instalándose alrededor del Parador un sistema de
andamiaje que ha frustrado a muchos y sido indiferente para otros, pero que
para nada ha influido en las funciones diarias del Parador ni mucho menos en el
desarrollo de la vida en la localidad.
Acciona Infraestructuras, la constructora, que
consiguió el honor de reformar esta estructura por la presentación del proyecto
a concurso durante los meses de diciembre de 2013 y enero de 2014 compitiendo
con otras empresas constructoras, es la encargada de llevar a cabo este lavado
de imagen de la cubierta. Lleva cinco meses inmersa en la obra de este
proyecto, en el que pretende, tras la retirada de la pizarra actual, dotar al
Parador de una cubierta de pizarra negra, color que originalmente tenía la
pizarra cuando se puso, pero que con el paso de los años y las inclemencias del
tiempo se ha ido decolorando. Antes de la colocación de esta y para evitar
filtraciones como en la anterior ocasión se ha instalado un aislamiento
hidrófugo en toda la superficie del tejado , lo que ha supuesto una elevación
unos centímetros superior a la original, pero esto no ha influido para nada en
la imagen del Parador el cual mantiene su estética, solo que más renovada.
La superficie que se tiene que sustituir es de
4.528 metros cuadrados, 2651 metros de los faldones inclinados, 829 a las zonas
abuhardilladas y 1.101 a los cuatro torreones de los que consta el edificio.
La obra tiene una previsión de entrega de seis
meses y a día de hoy, quinto mes desde el comienzo de su construcción, parece
estar desarrollándose con normalidad, pero como dice el refrán, “las cosas de palacio van despacio” y parece
ser que la entrega definitiva del nuevo sombrero para el Palacio tardará un
poco más.
La realización de este proyecto, tiene más
allá de la mejora estética, la mejora de seguridad del propio edificio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario